Bienvenidos

Los escritores necesitamos lectores. Sin ellos, nuestro trabajo pierde parte de su sentido puesto que, aunque a veces se diga lo contrario, la escritura tiene una finalidad ajena al propio autor. Una obra literaria que sólo es conocida por quien la creó es un objeto triste, inútil, casi muerto. Lo que otorga el soplo vital a un escrito es la mirada de los demás, la opinión –buena o mala- de los otros, los sentimientos y las sensaciones que es capaz de despertar en quienes lo leen.

Por ello, doy las gracias a las personas que se acerquen a esta página y se entretengan en leer algunos de los textos que se incluyen en ella. Mi agradecimiento es aún mayor si alguien se siente lo bastante interesado para buscar mis libros y continuar leyendo. Y si recibo alguna opinión, sugerencia o consejo acerca las obras, me sentiré profundamente halagada.

Desde que, cuando tenía cuatro años, comencé a leer, los libros me han concedido incalculables momentos de felicidad. Creo que los lectores (porque los escritores, al fin y al cabo, no somos sino lectores que, además, escriben) constituimos una sociedad universal que comparte la pasión por el conocimiento, por la inteligencia, por la emoción y la razón, por la estética, por la búsqueda… en fin, por la existencia vivida intensamente. Espero que este espacio sirva para ampliar esa sociedad y para permitirme contactar con algunos de sus miembros.

Bienvenidos y gracias por haber llegado hasta aquí.

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