Ana Montojo
Presentación del libro Ventanas
Buenas tardes, amigos, mucho tiempo sin vernos; después de lo que me pasó hace casi nueve meses, es la primera vez que asisto a un evento literario.
Cuando me pidió Montse que presentara su libro mi primer impulso fue salir corriendo, pero no solo por mi situación personal sino porque aquí se produce una anomalía: de toda la vida de Dios a la persona que presenta un libro se le supone más autoridad literaria, más sabiduría, más cultura, más obra publicada, no sé, más premios, más reconocimiento que a la persona cuyo libro se presenta. Y aquí es al revés, porque Montse Cano me da a mí cien vueltas tanto literariamente como en cultura y experiencias vitales. Ella se ha recorrido el mundo entero, no como turista con máquina de fotos, sino como viajera que asimila la historia y la vida de los países que visita. Y yo apenas he cruzado el charco unas pocas veces de Madrid a Washington para ver a mi hija y a mi nieto, un viaje a Buenos Aires porque me invitó un novio argentino que tuve hace tiempo y algún corto viaje por países vecinos, europeos, que podría contar con los dedos de una mano. Eso para empezar; para seguir yo apenas sé quién fue Heráclito, Khayyam, Solveig –que resulta que es un cantante de rap– y otros nombres que Montse cita en su obra. Y ni siquiera he escuchado nunca entera la ópera Lohengrin. Eso sí, sé que es de Wagner. Menos mal que existe la Wikipedia.